Que es personalidad segun gordon allport

Que es personalidad segun gordon allport

La personalidad es un tema central en la psicología, y uno de los autores más influyentes en su estudio fue Gordon Allport. En este artículo exploraremos a fondo qué es la personalidad según Gordon Allport, desde su enfoque teórico, su clasificación de rasgos, hasta su relevancia en la psicología moderna. Este análisis no solo definirá el concepto, sino que también lo contextualizará dentro del desarrollo histórico de la psicología de la personalidad.

¿Qué es la personalidad según Gordon Allport?

Gordon Allport definió la personalidad como la organización dinámica de psicofísica en el individuo que se expresa en la adaptación única del entorno. En otras palabras, la personalidad es la suma de patrones de pensamiento, sentimiento y comportamiento que son consistentes y distintivos de cada persona. Allport destacó que la personalidad no es estática, sino que evoluciona a lo largo de la vida, adaptándose al entorno y a las experiencias personales.

Allport también fue uno de los primeros en distinguir entre rasgos centraños y rasgos secundarios. Los rasgos centraños son aquellos que definen el núcleo de la personalidad de una persona y son estables en el tiempo. Por ejemplo, alguien con un rasgo central de introversión probablemente lo mantendrá a lo largo de su vida. Por otro lado, los rasgos secundarios son menos visibles y pueden variar dependiendo del contexto. Un ejemplo sería la timidez en ciertas situaciones sociales, pero no en todas.

Un dato interesante es que Allport fue uno de los primeros psicólogos en rechazar el enfoque psicoanalítico de Sigmund Freud. A diferencia de éste, Allport se centró en lo consciente del individuo, enfatizando la importancia de los valores, los ideales y la responsabilidad personal. Esta visión humanista anticipó las ideas que luego desarrollarían otros autores como Carl Rogers y Abraham Maslow.

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El enfoque de Allport frente a otros teóricos de la personalidad

Gordon Allport propuso una teoría de la personalidad basada en la observación empírica y en el estudio del individuo como una totalidad. A diferencia de otros psicólogos que se centraban en el análisis de patologías o en estructuras inconscientes, Allport se interesó en lo que hacía únicos a los individuos sanos. Su enfoque era funcionalista y tenía una clara orientación hacia lo positivo del ser humano.

Uno de los puntos clave de su teoría es la clasificación de los rasgos en tres niveles:rasgos centraños, rasgos secundarios y rasgos situacionales. Los rasgos centraños son los que definen la personalidad más profunda, los secundarios son menos dominantes, y los situacionales dependen del contexto. Esta jerarquía permite entender cómo una persona puede mantener su identidad mientras se adapta a diferentes entornos.

Además, Allport desarrolló la idea de constructos personales, que son conceptos que los individuos utilizan para interpretar el mundo. Estos constructos influyen en cómo una persona percibe y reacciona a los estímulos, y son esenciales para comprender su personalidad. Por ejemplo, una persona con un constructo positivo hacia el trabajo puede motivarse más fácilmente, mientras que otra con un constructo negativo puede evitarlo.

La personalidad y el concepto de finalidad humana en Allport

Una de las contribuciones menos conocidas de Allport es su idea de la finalidad humana. Para él, cada individuo tiene un propósito único que lo motiva a actuar, pensar y sentir de cierta manera. Esta finalidad no es necesariamente consciente, pero guía las decisiones y comportamientos de la persona. Allport creía que la personalidad emerge como una respuesta a esta finalidad, y que su estudio debe centrarse en lo que el individuo intenta lograr a lo largo de su vida.

Este enfoque está estrechamente relacionado con el concepto de valores personales. Allport identificó seis tipos de valores principales: teóricos, económicos, estéticos, sociales, políticos y religiosos. Según él, cada persona se identifica más con algunos de estos valores que con otros, lo que influye en su personalidad y en cómo interactúa con el mundo.

Ejemplos de personalidad según Allport

Para comprender mejor la teoría de Allport, podemos analizar ejemplos concretos. Por ejemplo, una persona con un rasgo central de curiosidad intelectual puede tener como constructo personal la búsqueda de conocimiento. Esto puede manifestarse en su trabajo, en sus hobbies o en su forma de relacionarse con los demás. Otro ejemplo podría ser una persona con un rasgo central de empatía, cuyo constructo personal es la comprensión y ayuda a los demás.

Allport también señalaba que las personalidades pueden clasificarse en tres tipos: cardinales, centrales y secundarios. Los rasgos cardinales son aquellos que dominan la vida de una persona de manera tan intensa que se pueden identificar fácilmente. Por ejemplo, un líder carismático puede tener un rasgo cardinal de dominancia. Los rasgos centrales, como mencionamos antes, son menos dominantes, pero aún así son fundamentales para la personalidad. Finalmente, los rasgos secundarios son los más variables y dependen del contexto.

El concepto de valores personales en la teoría de Allport

Una de las contribuciones más originales de Allport fue su clasificación de los valores personales. Estos valores no solo reflejan las preferencias de una persona, sino que también influyen en su personalidad y en su comportamiento. Allport identificó seis categorías de valores:

  • Teóricos: Valor por el conocimiento, la lógica y la búsqueda de la verdad.
  • Económicos: Valor por la eficiencia, el orden y la utilidad.
  • Estéticos: Valor por la belleza, la armonía y la creatividad.
  • Sociales: Valor por las relaciones humanas, la ayuda mutua y la cooperación.
  • Políticos: Valor por el poder, la influencia y la justicia.
  • Religiosos: Valor por la espiritualidad, la trascendencia y la conexión con lo divino.

Según Allport, cada persona se identifica con algunos de estos valores más que con otros, lo que forma parte esencial de su personalidad. Por ejemplo, una persona con valores estéticos puede dedicar su vida al arte o a la arquitectura, mientras que alguien con valores sociales puede elegir una carrera en educación o servicios públicos.

Rasgos centraños, secundarios y situacionales: una recopilación

Allport propuso una jerarquía de rasgos que permite entender cómo se estructura la personalidad. A continuación, una recopilación de los tipos de rasgos que identificó:

  • Rasgos centraños: Son los más importantes y estables. Definen la personalidad de una persona. Por ejemplo: amabilidad, perseverancia, introversión.
  • Rasgos secundarios: Son menos visibles y pueden variar según el contexto. Por ejemplo: timidez en situaciones sociales formales.
  • Rasgos situacionales: Dependen del entorno y pueden cambiar con facilidad. Por ejemplo: nerviosismo en una entrevista de trabajo.

Esta clasificación ayuda a los psicólogos a evaluar la personalidad de una persona de manera más precisa, ya que permite distinguir entre lo que es esencial y lo que es temporal o contextual.

La personalidad y su evolución a lo largo del tiempo

La personalidad, según Allport, no es algo fijo desde el nacimiento, sino que evoluciona a lo largo de la vida. Esta evolución está influenciada por factores internos, como los valores personales, y externos, como las experiencias vividas. Por ejemplo, una persona puede cambiar su actitud hacia el riesgo tras un evento significativo, como un viaje al extranjero o una pérdida familiar.

Además, Allport propuso que la personalidad madura a medida que la persona se enfrenta a desafíos y desarrolla su identidad. En la juventud, la personalidad es más flexible y susceptible a influencias. En cambio, en la edad adulta, los rasgos centraños tienden a estabilizarse, aunque siguen siendo capaces de evolucionar. En la vejez, la personalidad puede volverse más reflexiva y centrada en los valores más profundos.

¿Para qué sirve el estudio de la personalidad según Allport?

El estudio de la personalidad según Allport tiene múltiples aplicaciones, tanto en el ámbito académico como en la vida cotidiana. En la psicología clínica, por ejemplo, permite identificar patrones de comportamiento que pueden estar detrás de ciertas dificultades emocionales. En el ámbito educativo, ayuda a comprender cómo los estudiantes aprenden y cómo pueden adaptarse mejor al entorno escolar.

Otra aplicación importante es en el desarrollo personal. Al conocer los rasgos centraños y los constructos personales, una persona puede trabajar en su autoconocimiento y en el fortalecimiento de sus fortalezas. Además, en el ámbito laboral, el estudio de la personalidad puede mejorar la selección de personal y el diseño de equipos de trabajo más coherentes y productivos.

Rasgos y constructos personales: sinónimos o conceptos distintos?

Un punto importante en la teoría de Allport es la distinción entre rasgos y constructos personales. Aunque ambos conceptos se relacionan con la personalidad, no son lo mismo. Los rasgos son patrones estables de comportamiento, mientras que los constructos son los esquemas mentales que una persona utiliza para interpretar el mundo.

Por ejemplo, una persona con el rasgo de optimismo puede tener el constructo personal de el mundo es un lugar positivo. Este constructo influye en cómo interpreta los eventos y en cómo se comporta. Allport destacó que los constructos son dinámicos y pueden cambiar con el tiempo, mientras que los rasgos son más estables.

Esta distinción es fundamental para comprender cómo la personalidad se desarrolla y cómo se expresa en diferentes contextos. También permite a los psicólogos trabajar con los constructos personales para ayudar a las personas a cambiar su perspectiva y mejorar su bienestar emocional.

La personalidad como adaptación al entorno

Una de las ideas centrales en la teoría de Allport es que la personalidad no es una característica fija, sino una adaptación al entorno. Es decir, cada persona desarrolla una personalidad que le permite funcionar mejor en su contexto social, cultural y personal. Esta adaptación no es pasiva, sino que involucra elecciones, valores y responsabilidad.

Por ejemplo, una persona que crece en un entorno competitivo puede desarrollar rasgos como la ambición y la independencia. En cambio, alguien que crece en un entorno cooperativo puede desarrollar rasgos como la empatía y la colaboración. Allport argumentaba que, aunque hay factores hereditarios, la personalidad se forja a través de la interacción con el mundo.

El significado de personalidad según Allport

Para Allport, la personalidad no es solo un conjunto de rasgos, sino una estructura dinámica que integra el cuerpo, la mente y el entorno. Esto significa que la personalidad no se puede entender aisladamente, sino en relación con el entorno físico y social de la persona. Además, Allport destacó que la personalidad incluye tanto aspectos conscientes como inconscientes, aunque su enfoque principal se centró en lo consciente.

Otra característica importante de la personalidad según Allport es que es única para cada individuo. Aunque hay rasgos comunes, cada persona tiene una combinación única que la hace distintiva. Esto refleja su visión humanista, que pone en el centro al individuo y su capacidad de crecer y cambiar.

¿Cuál es el origen del concepto de personalidad en Allport?

El enfoque de Allport sobre la personalidad tuvo sus raíces en la psicología funcionalista estadounidense del siglo XX. Esta corriente se centraba en el funcionamiento de la mente y en cómo los individuos se adaptan a su entorno. Allport se formó en esta tradición y la aplicó al estudio de la personalidad.

Además, Allport fue influenciado por autores como William James y John Dewey, quienes también enfatizaban la importancia de la experiencia personal. A diferencia de los psicoanalistas, Allport rechazó la idea de que la personalidad se deba principalmente a conflictos internos. En lugar de eso, propuso que la personalidad surge como una respuesta activa del individuo a su mundo.

Rasgos y personalidad: sinónimos o conceptos complementarios?

Aunque a menudo se usan indistintamente, rasgos y personalidad no son sinónimos. Los rasgos son componentes de la personalidad, pero no la definen por completo. La personalidad incluye también aspectos como los valores, los constructos personales, los ideales y la responsabilidad.

Por ejemplo, una persona puede tener el rasgo de introversión, pero su personalidad también puede incluir valores como la creatividad, la independencia y la búsqueda de significado. Allport destacó que la personalidad es más que una suma de rasgos: es un sistema coherente que guía la vida del individuo.

¿Cómo influyen los valores en la personalidad según Allport?

Los valores juegan un papel fundamental en la teoría de Allport. Según él, los valores son constructos personales que dan sentido a la vida y guían las decisiones y acciones de las personas. Por ejemplo, una persona con valores teóricos puede dedicar su vida a la investigación, mientras que otra con valores religiosos puede dedicarse a la espiritualidad.

Allport también señalaba que los valores no solo influyen en el comportamiento, sino que también afectan la autoestima y el bienestar emocional. Cuando una persona vive de acuerdo con sus valores, siente mayor coherencia interna y satisfacción. Por el contrario, cuando hay un desajuste entre los valores y el comportamiento, puede surgir ansiedad o insatisfacción.

Cómo usar el concepto de personalidad según Allport en la vida cotidiana

Entender la personalidad según Allport puede ser muy útil en la vida diaria. Por ejemplo, al reconocer tus rasgos centraños, puedes identificar tus fortalezas y trabajar en ellas. También puedes usar esta información para mejorar tus relaciones interpersonales, ya que comprender la personalidad de los demás ayuda a evitar malentendidos.

Otro ejemplo práctico es el uso de los constructos personales para tomar decisiones más alineadas con tus valores. Si sabes que uno de tus constructos personales es el respeto por la naturaleza, podrás elegir un estilo de vida más sostenible. Además, al identificar tus valores, puedes priorizar aquellas actividades que te hacen sentir más auténtico y motivado.

La personalidad y su relación con el bienestar psicológico

Allport señaló que una personalidad saludable es aquella que permite a la persona adaptarse al entorno, mantener relaciones significativas y perseguir metas personales. Cuando los valores, los constructos y los rasgos están en coherencia, la persona experimenta un mayor bienestar psicológico.

Por el contrario, cuando hay conflictos internos o desajustes entre los valores y el comportamiento, puede surgir ansiedad, estrés o insatisfacción. Allport propuso que el bienestar psicológico depende en gran medida de la congruencia entre la persona y su entorno, así como de la capacidad de crecer y evolucionar.

La personalidad y su relevancia en la psicología moderna

La teoría de Allport sigue siendo relevante en la psicología moderna, especialmente en áreas como el desarrollo personal, la psicología positiva y la psicología del trabajo. Sus ideas sobre los valores, los constructos personales y la jerarquía de rasgos son utilizadas en múltiples contextos, desde la formación de equipos hasta la toma de decisiones en la vida personal.

Además, Allport fue uno de los primeros en reconocer la importancia de lo consciente en la personalidad, lo que influyó en el desarrollo de enfoques humanistas y existencialistas. Aunque han surgido nuevas teorías, la contribución de Allport sigue siendo una base fundamental para entender cómo las personas se definen a sí mismas y cómo interactúan con el mundo.