Qué es lo real según Platón

Qué es lo real según Platón

En la filosofía antigua, uno de los conceptos más trascendentes es el de lo real, entendido como aquello que existe más allá de las apariencias sensoriales. Platón, uno de los filósofos más influyentes de la historia, desarrolló una teoría profunda sobre esta idea, que ha servido de base para múltiples corrientes filosóficas posteriores. En este artículo, exploraremos en detalle qué es lo real según Platón, desde sus raíces en la teoría de las ideas hasta su crítica a la percepción sensorial.

¿Qué es lo real según Platón?

Para Platón, lo real no se encuentra en el mundo físico que percibimos con nuestros sentidos, sino en un ámbito superior y eterno conocido como el mundo de las ideas o formas. Estas ideas son perfectas, inmutables y constituyen la esencia verdadera de las cosas. Por ejemplo, la idea de mesa es perfecta y eterna, mientras que las mesas que vemos a nuestro alrededor son solo copias imperfectas de esa idea.

Platón propuso que el mundo sensible, es decir, el mundo que percibimos con los sentidos, es solo una sombra o reflejo del mundo real de las ideas. Esta dualidad entre el mundo sensible y el mundo inteligible es uno de los pilares de su filosofía. En esta visión, solo mediante la razón y la filosofía podemos acceder a la verdad última, que reside en el mundo de las ideas.

Además, Platón utilizó la famosa alegoría de la caverna para ilustrar esta noción. En esta alegoría, los hombres encadenados ven solo sombras proyectadas en la pared, creyendo que esas sombras son la realidad. Solo cuando uno de ellos logra liberarse y salir de la caverna, puede contemplar la luz del sol y comprender la verdadera realidad. Esta metáfora simboliza el proceso del conocimiento filosófico: salir de las apariencias para alcanzar la verdad.

También te puede interesar

La dualidad entre apariencia y esencia en la filosofía platónica

Una de las bases de la filosofía de Platón es la distinción entre lo que percibimos (la apariencia) y lo que realmente existe (la esencia). Esta dualidad no solo es filosófica, sino también ontológica, ya que implica dos tipos de realidad: una mutable y sensible, y otra inmutable e inteligible.

En el mundo sensible, las cosas están en constante cambio. Una mesa puede envejecer, estropearse o ser reemplazada por otra. En cambio, en el mundo de las ideas, la mesa es eterna e invariable. Esta distinción lleva a Platón a concluir que solo el mundo de las ideas puede ser considerado verdaderamente real, mientras que el mundo sensible es solo una imitación imperfecta.

Esta visión tiene implicaciones profundas en la educación y el conocimiento. Para Platón, el objetivo de la filosofía es liberar al alma del cautiverio de las apariencias y elevarla hacia la contemplación de las ideas. Por eso, el filósofo debe ser quien guíe a la sociedad hacia el conocimiento verdadero, ya que solo él tiene acceso a lo real.

La teoría de las ideas y su influencia en la filosofía posterior

La teoría de las ideas de Platón no solo fue fundamental en su época, sino que también marcó un antes y un después en la historia de la filosofía. Desde Aristóteles, que criticó y redefinió la noción de idea, hasta el neoplatonismo de Plotino, pasando por el idealismo de Kant y el estructuralismo moderno, la influencia de Platón es evidente.

Una de las críticas más importantes a la teoría de las ideas fue realizada por Aristóteles, quien argumentó que no se puede separar las formas de las cosas concretas. Para Aristóteles, la forma no existe aparte de la materia, lo que llevó a una reinterpretación de la noción de lo real más acorde con la experiencia concreta.

Sin embargo, Platón también fue precursor de corrientes como el idealismo, donde lo real se entiende como lo que existe en la mente o en ideas abstractas. Esta visión tuvo un impacto notable en filósofos como Berkeley y Kant, quienes desarrollaron sistemas filosóficos que, de una u otra forma, se inspiraron en la dualidad platónica entre mundo sensible e inteligible.

Ejemplos de lo real según Platón

Para entender mejor la filosofía de Platón, es útil examinar ejemplos concretos de cómo aplica su teoría a diferentes conceptos. Por ejemplo, consideremos la idea de belleza. Para Platón, la belleza no se encuentra en una persona concreta, sino en la idea de belleza en sí, que es perfecta y eterna. Cualquier persona o objeto que consideramos bello es solo una participación parcial en esa idea.

Otro ejemplo es el de la justicia. En La República, Platón propone que la justicia no es solo una norma social o una ley, sino una forma ideal que debe regir tanto en el individuo como en la ciudad-estado. La justicia real, según Platón, es aquella que armoniza las diferentes partes del alma o de la sociedad.

También podemos considerar el ejemplo de la bondad. Para Platón, la bondad no es una cualidad subjetiva, sino una idea objetiva que existe por sí misma. Es el bien supremo que ilumina el mundo de las ideas, de la misma manera que el sol ilumina el mundo sensible.

La teoría de la reminiscencia y el conocimiento de lo real

Una de las herramientas que Platón utiliza para explicar cómo el hombre puede conocer lo real es la teoría de la reminiscencia. Según esta teoría, el alma es inmortal y ha estado en el mundo de las ideas antes de encarnar en el cuerpo. Por lo tanto, cuando el hombre reflexiona y razona, no está aprendiendo algo nuevo, sino que recuerda lo que ya sabía en otro tiempo.

Esta teoría tiene implicaciones importantes para la educación. Para Platón, el maestro no debe enseñar como si el alumno estuviera vacío, sino que debe ayudarle a recordar lo que su alma ya conoce. El proceso de aprendizaje es, en esencia, un proceso de recordar.

La teoría de la reminiscencia también está vinculada a la alegoría de la caverna. Cuando el prisionero logra salir de la caverna, no es que esté aprendiendo algo nuevo, sino que está recordando la verdad que ya poseía. Es un proceso de iluminación y despertar filosófico.

Diez conceptos clave sobre lo real según Platón

  • Mundo de las ideas: Es el ámbito trascendente donde residen las formas perfectas e inmutables.
  • Mundo sensible: Es el mundo que percibimos con los sentidos, pero que es mutable e imperfecto.
  • Apariencia vs. esencia: La apariencia es lo que vemos; la esencia es lo que realmente existe.
  • Alegoría de la caverna: Metáfora que representa el viaje del conocimiento desde las sombras hasta la luz.
  • Teoría de la reminiscencia: El alma recuerda lo que aprendió en el mundo de las ideas.
  • Filósofo-rey: El gobernante ideal que conoce lo real y puede gobernar con justicia.
  • La bondad como idea suprema: La bondad es la idea más importante y perfecta.
  • El alma inmortal: El alma no muere y tiene acceso a lo real.
  • Dualismo ontológico: Existen dos realidades: la sensible y la inteligible.
  • La dialéctica: Método de razonamiento para alcanzar el conocimiento de lo real.

La visión platónica de la realidad y su contraste con otras filosofías

Platón no fue el único filósofo en plantearse qué es lo real. A lo largo de la historia, diferentes corrientes filosóficas han ofrecido respuestas variadas. Por ejemplo, los sofistas sostenían que la realidad es subjetiva y depende del punto de vista del individuo. En cambio, los estoicos defendían que la realidad es racional y que el orden del mundo es gobernado por la razón.

Otra corriente que se opone a la visión de Platón es el materialismo, que afirma que solo existe lo que puede ser percibido o medido. Para los materialistas, no hay un mundo trascendente de ideas, sino que todo lo real está contenido en el mundo físico.

En contraste, el idealismo, que tuvo su auge en el siglo XVIII con filósofos como Berkeley y Kant, comparte con Platón la noción de que lo real no es simplemente lo que percibimos con los sentidos. Para Berkeley, por ejemplo, ser es ser percibido, lo que lleva a una visión más subjetiva de la realidad.

¿Para qué sirve comprender lo real según Platón?

Comprender lo real según Platón tiene varias implicaciones prácticas y teóricas. En el ámbito personal, permite al individuo orientar su vida hacia el conocimiento y la virtud. Platón argumenta que solo quien conoce lo real puede vivir de manera justa y feliz, ya que la felicidad no surge de los placeres sensibles, sino del conocimiento de las ideas.

En el ámbito político, Platón ve en el conocimiento de lo real la base para un gobierno justo. En La República, propone que solo los filósofos deben gobernar, ya que son los únicos que conocen la verdad y pueden actuar con sabiduría. Un gobierno basado en la ignorancia, por el contrario, conduce al caos y a la injusticia.

También en la educación, el conocimiento de lo real es fundamental. Para Platón, la educación debe ir más allá de la transmisión de conocimientos técnicos y debe orientarse hacia la formación del alma. El objetivo último de la educación es elevar al individuo hacia el conocimiento de las ideas, lo que le permitirá alcanzar la verdadera sabiduría.

La realidad platónica y sus sinónimos filosóficos

En la filosofía de Platón, lo real puede entenderse como lo verdadero, lo existente en sí, lo trascendente, lo eterno o lo inteligible. Estos términos, aunque similares, tienen matices distintos dentro de su teoría. Por ejemplo, lo verdadero se refiere a aquello que no cambia con el tiempo, mientras que lo trascendente se refiere a algo que está más allá de nuestro mundo sensible.

También se puede hablar de lo ideal, que es lo que Platón entiende por idea, y que es la forma perfecta de las cosas. Por su parte, lo inteligible es aquello que puede ser conocido por la razón, en contraste con lo sensible, que solo puede ser percibido por los sentidos.

Cada uno de estos conceptos refleja una faceta de lo real según Platón, y todos ellos se integran en su visión dualista del mundo. Comprender estos sinónimos ayuda a apreciar la riqueza y la complejidad de su pensamiento.

El acceso al mundo de las ideas en la filosofía platónica

Platón sostiene que el acceso al mundo de las ideas no es inmediato ni fácil. Requiere un proceso de formación filosófica que incluye la dialéctica, la contemplación y la purificación del alma. Este proceso no es solo intelectual, sino también moral, ya que, según Platón, solo el alma pura puede elevarse hacia el conocimiento de lo real.

La dialéctica es una herramienta fundamental en este proceso. Consiste en un método de razonamiento en el que se examinan y cuestionan las suposiciones para llegar a una comprensión más profunda. A través de la dialéctica, el filósofo puede ir eliminando las apariencias y acercarse a la verdad.

Además, Platón destaca la importancia de la educación en esta búsqueda. La educación debe ir más allá de la simple transmisión de conocimientos técnicos y debe orientarse hacia el desarrollo del alma. Solo con una educación integral es posible alcanzar el conocimiento de lo real.

El significado de lo real en la filosofía de Platón

Para Platón, lo real no es solo una categoría ontológica, sino también una noción ética y epistemológica. La realidad no se limita a lo que percibimos con los sentidos, sino que incluye un orden trascendente que rige el universo. Este orden es racional, armónico y perfecto, y solo puede ser conocido por medio de la razón.

En este sentido, lo real no es algo que esté fuera de nosotros, sino algo que ya existe en nuestro interior. El alma, al ser inmortal, ha estado en contacto con las ideas antes de encarnar. Por lo tanto, el conocimiento de lo real es una reminiscencia, un recuerdo del alma de lo que ya sabe.

Esta visión tiene implicaciones profundas para la filosofía. Para Platón, el filósofo no es alguien que inventa ideas, sino que descubre aquello que ya existe en el mundo de las ideas. Su tarea es buscar, encontrar y revelar esta verdad oculta.

¿Cuál es el origen de la noción de lo real en Platón?

La noción de lo real en Platón tiene sus raíces en la filosofía pre-socrática, especialmente en las ideas de Parménides y Heráclito. Parménides sostenía que la realidad es una, inmutable y eterna, mientras que Heráclito proponía que todo está en cambio. Platón sintetizó estas dos visiones al distinguir entre un mundo inmutable (como Parménides) y un mundo mutable (como Heráclito).

Además, Platón fue influenciado por la teoría de las formas de Sócrates, aunque la desarrolló y amplió. Sócrates buscaba definir conceptos como la justicia o la virtud, y Platón extendió esta búsqueda al ámbito de las ideas. Para él, las ideas no solo existen, sino que son la base última de la realidad.

También influyó en Platón la experiencia de su maestro Sócrates, quien fue condenado por cuestionar las creencias establecidas. Esta experiencia reforzó en Platón la importancia de buscar la verdad más allá de las apariencias y de las opiniones comunes.

Lo real platónico y sus variantes filosóficas

A lo largo de la historia, distintas filosofías han reinterpretado o cuestionado la noción de lo real según Platón. En el siglo XX, el positivismo lógico, por ejemplo, rechazó la existencia de entidades abstractas y defendió que solo lo que puede ser observado o medido tiene realidad. Esta visión contrasta con la de Platón, que ve en las ideas una realidad superior a la del mundo sensible.

Por otro lado, el fenomenalismo, defendido por filósofos como Berkeley, sostiene que lo real es lo que percibimos, y que no hay un mundo independiente de la percepción. Esta visión también se aleja de la dualidad platónica, ya que no reconoce un mundo trascendente de ideas.

En contraste, el estructuralismo y el posmodernismo han utilizado de forma crítica la noción de lo real para cuestionar la objetividad del conocimiento. Para ellos, lo real es una construcción social o cultural, lo que lleva a una visión más relativa de la realidad.

¿Cómo se compara la noción de lo real en Platón con otras filosofías?

La noción de lo real en Platón se puede comparar con otras filosofías para entender mejor su originalidad. Por ejemplo, en el estoicismo, lo real es lo que está gobernado por la razón y la naturaleza. En el estoicismo, la realidad es racional y ordenada, pero no hay un mundo trascendente de ideas.

En el empirismo, en cambio, lo real es lo que puede ser percibido por los sentidos. Filósofos como Hume rechazaron la existencia de entidades abstractas y defendieron que el conocimiento surge de las impresiones sensoriales. Esta visión es muy distante de la de Platón, quien ve en el mundo sensible solo una sombra de la realidad.

Por último, en el idealismo de Kant, lo real es lo que se encuentra más allá de las representaciones, pero no es accesible directamente. Para Kant, lo real es una cosa en sí que no podemos conocer, lo que lleva a una visión más limitada que la de Platón.

Cómo usar el concepto de lo real según Platón en la vida cotidiana

Aunque el concepto de lo real según Platón puede parecer abstracto, tiene aplicaciones prácticas en la vida cotidiana. Por ejemplo, al enfrentar decisiones morales, podemos preguntarnos: ¿qué haría un filósofo que conoce lo real? Esta pregunta nos ayuda a orientarnos hacia lo que es justo y virtuoso.

También podemos aplicar este concepto en la educación. En lugar de centrarnos solo en la adquisición de conocimientos técnicos, podemos buscar formar personas que busquen la verdad y el conocimiento profundo. Esto implica fomentar la curiosidad, la reflexión y la capacidad de cuestionar.

En el ámbito profesional, el concepto de lo real puede ayudarnos a distinguir entre lo que es efímero y lo que es duradero. Por ejemplo, en lugar de perseguir el éxito material, podemos buscar una vida orientada a la sabiduría y a la realización personal.

La crítica moderna a la noción de lo real en Platón

A pesar de su influencia, la noción de lo real en Platón ha sido objeto de críticas. Una de las críticas más frecuentes es que el mundo de las ideas es inaccesible y, por lo tanto, no puede ser considerado una base sólida para el conocimiento. Filósofos como Aristóteles y los empiristas han argumentado que el conocimiento debe basarse en la experiencia concreta.

Otra crítica es que la teoría de las ideas no explica bien cómo las ideas se relacionan con el mundo físico. ¿Cómo puede una idea perfecta influir en una cosa imperfecta? Esta cuestión ha sido un punto de debate en la filosofía durante siglos.

También se ha argumentado que la noción de lo real en Platón es elitista, ya que solo unos pocos, los filósofos, tienen acceso a la verdad. Esta visión puede llevar a una justificación de la desigualdad social, lo que ha sido cuestionado por filósofos más democráticos.

El legado de la noción de lo real en la filosofía contemporánea

Aunque la noción de lo real según Platón ha sido cuestionada, su influencia perdura en la filosofía contemporánea. En el estructuralismo, por ejemplo, se habla de estructuras abstractas que rigen la realidad, algo que tiene cierto paralelismo con las ideas platónicas. En el realismo matemático, también se acepta que los números y las formas matemáticas tienen una existencia trascendente.

En el ámbito de la filosofía de la ciencia, algunos realistas mantienen que hay entidades teóricas (como los electrones o los genes) que existen independientemente de nuestra percepción. Esta visión, aunque más reducida que la de Platón, comparte con ella la idea de que hay una realidad más allá de las apariencias.

En resumen, aunque la noción de lo real según Platón ha evolucionado, sigue siendo un tema central en la filosofía. Su visión de una realidad trascendente sigue inspirando a filósofos, científicos y pensadores en busca de la verdad última.