Vicios de redacción que es la digresión

Vicios de redacción que es la digresión

La digresión es uno de los vicios más comunes en la redacción, especialmente en textos narrativos o expositivos. Este fenómeno ocurre cuando el autor se desvía del tema principal para hablar de algo que, aunque interesante, no contribuye al propósito del texto. Aunque en algunos casos puede ser útil para aclarar o enriquecer el contenido, en exceso puede llevar a la confusión del lector y debilitar la coherencia del discurso. En este artículo exploraremos en profundidad qué es la digresión, cómo afecta a la redacción, y cómo evitarla para mejorar la claridad y la efectividad de cualquier texto escrito.

¿Qué es la digresión?

La digresión es un recurso literario que consiste en la desviación intencionada del discurso principal hacia otro tema, con la finalidad de aclarar, enriquecer o dar contexto a la idea central. Puede aparecer en cualquier tipo de texto, pero es especialmente común en la narrativa, donde se utiliza para profundizar en los personajes, los escenarios o las circunstancias que rodean la historia.

Por ejemplo, en un cuento sobre un viaje, el autor puede insertar una digresión para contar cómo el protagonista aprendió a navegar, aunque esa habilidad no haya sido mencionada previamente. Este tipo de interrupciones pueden ser útiles si están bien dosificadas, pero cuando se prolongan o aparecen con excesiva frecuencia, pueden convertirse en un vicio de redacción que entorpece la comprensión del lector.

Un dato histórico interesante

La digresión ha sido utilizada desde la antigüedad por escritores como Cicerón o Virgilio, quienes la empleaban para insertar reflexiones morales o anécdotas históricas dentro de sus discursos y obras. En la literatura clásica, la digresión era una herramienta narrativa legítima que servía para ilustrar la riqueza de conocimientos del autor. Sin embargo, en la escritura moderna, especialmente en textos académicos o técnicos, una mala digresión puede ser vista como un error de estructura o un signo de falta de control sobre el tema.

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Cómo afecta la digresión a la coherencia del texto

La digresión, si no se maneja con cuidado, puede entorpecer la coherencia del texto. Cuando el autor se desvía del tema central sin una justificación clara, el lector puede perder el hilo argumentativo o sentirse confundido. Esto es especialmente crítico en textos expositivos o académicos, donde la claridad es fundamental para transmitir información de manera precisa.

Además, una digresión mal gestionada puede provocar que el lector pierda interés o que el texto se alargue innecesariamente. En la escritura creativa, por otro lado, las digresiones pueden funcionar como una forma de desarrollar personajes o escenarios, siempre que estén bien integradas y no interrumpan el ritmo narrativo.

Ejemplo práctico

Imaginemos un ensayo sobre la contaminación marina. Si el autor inserta una larga digresión sobre la historia de la pesca en la región, sin relacionarla con el tema principal, el lector podría preguntarse: ¿cómo esto contribuye a la discusión sobre la contaminación? Si, por el contrario, el autor conecta la historia de la pesca con el impacto actual de los barcos en la vida marina, la digresión se convierte en una herramienta útil.

Cuándo la digresión puede ser útil

Aunque la digresión puede ser vista como un vicio, en muchos casos puede ser un recurso efectivo si se utiliza con intención y cuidado. Por ejemplo, en un cuento, una digresión puede servir para desarrollar un personaje o para dar contexto emocional a una situación. En un texto académico, una digresión bien sustentada puede aportar información relevante que enriquece el análisis sin desviar la atención del tema principal.

Lo clave es que la digresión tenga una finalidad clara, esté integrada de manera natural y no interrumpa el flujo del texto. Si el lector puede identificar por qué el autor se desvía del tema y cómo esa desviación contribuye al mensaje general, la digresión no solo será aceptable, sino también valiosa.

Ejemplos de digresión en la literatura

La digresión es un recurso que ha sido utilizado con maestría por muchos autores a lo largo de la historia. A continuación, se presentan algunos ejemplos famosos que ilustran su uso:

  • En La Odisea de Homero, Odiseo interrumpe su narrativa para contar historias sobre sus aventuras pasadas, lo que ayuda a desarrollar su carácter y a explicar su comportamiento actual.
  • En Don Quijote de Miguel de Cervantes, hay numerosas digresiones que hablan sobre la caballería, la sociedad y otros temas que enriquecen el contexto histórico y cultural del texto.
  • En Ensayo sobre la ceguera de José Saramago, el autor utiliza digresiones para reflexionar sobre la naturaleza humana, lo que añade profundidad a la novela.

Estos ejemplos demuestran que, cuando se usan correctamente, las digresiones pueden ser herramientas poderosas para aclarar, enriquecer o profundizar el texto.

La digresión como herramienta narrativa

Desde una perspectiva narrativa, la digresión puede ser una forma de insertar información relevante sin interrumpir el ritmo del relato. Esto es especialmente útil en novelas o relatos largos, donde los autores necesitan desarrollar múltiples líneas de acción o personajes. Por ejemplo, una novela de ficción puede incluir una digresión sobre la infancia de un personaje para explicar su comportamiento actual.

Además, la digresión puede servir para añadir capas de significado al texto, permitiendo al autor explorar temas secundarios que, aunque no son el núcleo del relato, aportan matices importantes. En este sentido, la digresión no solo es una herramienta estilística, sino también una forma de crear una narrativa más rica y compleja.

Cinco ejemplos de digresión en textos

Aquí te presentamos cinco ejemplos prácticos de digresión en diferentes tipos de textos:

  • En un ensayo académico sobre el cambio climático, el autor se desvía para explicar el funcionamiento del efecto invernadero.
  • En una novela de misterio, el protagonista recuerda un incidente del pasado que no fue mencionado anteriormente, lo cual revela información clave.
  • En un discurso político, el orador hace una pausa para contar una anécdota personal que conecta con el tema.
  • En un artículo periodístico, el periodista menciona la historia de una ciudad antes de hablar sobre un evento actual.
  • En un poema, el poeta inserta una reflexión filosófica que no tiene relación directa con la imagen principal, pero que enriquece el mensaje.

Estos ejemplos muestran cómo la digresión puede adaptarse a distintos contextos y cómo, si se usa correctamente, puede mejorar el texto.

La digresión en el contexto de la estructura narrativa

La digresión no es un fenómeno aislado, sino que forma parte de la estructura general del texto. En la narrativa, por ejemplo, la digresión puede aparecer como una interrupción del flujo lineal de la historia, pero que tiene una función clara dentro de la organización del relato.

En la estructura narrativa, la digresión puede funcionar como un flashback, un análisis de personajes o una descripción detallada de un lugar. Estos elementos pueden enriquecer la narrativa si están integrados de manera natural y si el lector puede percibir su relación con el desarrollo principal de la historia.

Además, la digresión puede ayudar a evitar que la narrativa se repita o se estanque. Por ejemplo, en una novela con múltiples personajes, las digresiones permiten explorar diferentes perspectivas sin interrumpir el avance de la trama principal.

¿Para qué sirve la digresión en la redacción?

La digresión sirve para aportar información adicional, desarrollar personajes, enriquecer el contexto o dar profundidad a la narrativa. En textos expositivos, puede usarse para explicar conceptos complejos, mientras que en textos creativos, puede servir para crear una atmósfera o para insertar reflexiones filosóficas.

Por ejemplo, en un discurso sobre la salud mental, una digresión puede servir para contar la historia personal del orador, lo cual humaniza su mensaje y lo hace más impactante. En una novela, una digresión puede revelar los motivos ocultos de un personaje, lo que ayuda a construir una historia más coherente y emocionalmente resonante.

Desviaciones narrativas como sinónimo de digresión

La desviación narrativa es otro término que se usa para describir la digresión. Este fenómeno ocurre cuando el autor se aleja del hilo principal de la historia para insertar información adicional. Aunque el término puede parecer técnico, es fundamental para entender cómo se estructuran los textos narrativos.

Las desviaciones narrativas pueden tomar muchas formas, como flashbacks, descripciones detalladas de escenarios o reflexiones del narrador. Lo importante es que estas desviaciones tengan una función clara y estén integradas de manera natural en el texto. Cuando esto ocurre, la desviación narrativa no es un vicio, sino una herramienta creativa que enriquece el discurso.

El papel de la digresión en la comprensión lectora

La digresión puede tener un impacto directo en la comprensión del lector. Si se utiliza de manera adecuada, puede ayudar a aclarar conceptos, desarrollar personajes o enriquecer el contexto. Sin embargo, si se usa de forma excesiva o sin una conexión clara con el tema principal, puede confundir al lector o llevarlo a perder el enfoque.

Por ejemplo, en un texto académico sobre la economía, una digresión sobre la historia del comercio medieval puede ser útil si está relacionada con el tema del texto. Si, por el contrario, el autor inserta una digresión sobre la arquitectura medieval sin una conexión clara, el lector podría preguntarse: ¿cómo esto es relevante para la economía?

El significado de la digresión en la escritura

La digresión es un fenómeno que forma parte de la estructura de los textos y que puede tener diferentes funciones según el contexto. En la escritura académica, una digresión puede servir para desarrollar un punto argumentativo, mientras que en la escritura creativa puede usarse para insertar reflexiones o descripciones que enriquecen el texto.

Aunque la digresión puede ser vista como un vicio de redacción cuando se usa de manera inadecuada, también puede ser una herramienta valiosa si se maneja con intención y cuidado. Lo importante es que el lector pueda identificar la relación entre la digresión y el tema principal, y que esta contribuya de alguna manera al mensaje general del texto.

¿De dónde proviene el término digresión?

El término digresión proviene del latín *digressio*, que significa alejamiento o desviación. Este concepto ha sido utilizado desde la antigüedad para describir la práctica de desviarse del tema principal en un discurso o texto. En la filosofía clásica, la digresión era vista como un recurso retórico que permitía al orador insertar ideas complementarias o ejemplos ilustrativos.

Con el tiempo, el uso de la digresión se ha extendido a la literatura y a la escritura académica. Hoy en día, es un fenómeno que se analiza tanto desde una perspectiva positiva (como herramienta narrativa) como negativa (como vicio de redacción).

Desvío temático como sinónimo de digresión

El desvío temático es otro término que se usa para referirse a la digresión. Este fenómeno ocurre cuando el autor aborda un tema que, aunque puede ser interesante, no está directamente relacionado con el propósito del texto. Aunque ambos términos son semejantes, el desvío temático puede tener un matiz más negativo, especialmente cuando se usa de manera irresponsable.

Por ejemplo, en un discurso sobre la educación, un desvío temático hacia la política podría ser útil si el orador está analizando la influencia política en el sistema educativo. Sin embargo, si el desvío se prolonga y no tiene relación clara con el tema principal, puede ser visto como una digresión inapropiada.

¿Cuándo la digresión se vuelve perjudicial?

La digresión se vuelve perjudicial cuando interrumpe el flujo del texto, confunde al lector o no aporta valor al mensaje principal. Esto ocurre especialmente en textos expositivos o académicos, donde la claridad y la coherencia son fundamentales. En estos casos, una digresión puede ser vista como un error de estructura o un signo de falta de preparación por parte del autor.

Por ejemplo, en un artículo sobre el cambio climático, una digresión larga sobre la historia de la agricultura podría ser útil si está relacionada con la discusión sobre la deforestación. Sin embargo, si el autor no establece esa conexión claramente, el lector podría perder el hilo del argumento.

Cómo usar la digresión en la redacción

Para usar la digresión de manera efectiva, es importante seguir algunos pasos:

  • Identificar el propósito: Antes de insertar una digresión, pregúntate qué función cumplirá en el texto. ¿Aportará información relevante? ¿Enriquecerá el contexto? ¿Clarificará un punto?
  • Establecer una conexión clara: Asegúrate de que la digresión tenga una relación con el tema principal. Esto puede hacerse mediante una transición natural o mediante una explicación de cómo la información adicional es relevante.
  • Evitar la exageración: No alargues la digresión más de lo necesario. Si la información es interesante pero no esencial, considera si es mejor incluirla o no.
  • Volver al tema principal: Al final de la digresión, vuelve al hilo argumentativo para no dejar al lector con la sensación de que el texto se ha perdido.

Diferencias entre digresión y aparte

Aunque a menudo se usan de manera similar, la digresión y el aparte tienen diferencias importantes. Mientras que la digresión se refiere a un alejamiento del tema principal dentro de un texto continuo, el aparte es una interrupción breve que se usa en la narrativa para expresar pensamientos o emociones del personaje.

Por ejemplo, en un diálogo, un aparte puede ser una frase que el personaje pronuncia para sí mismo, como si estuviera pensando en voz alta. Por otro lado, una digresión puede ser un párrafo o un párrafo completo dedicado a un tema diferente.

Cómo evitar el exceso de digresión

Evitar el exceso de digresión es fundamental para mantener la coherencia del texto. Algunas estrategias que puedes seguir incluyen:

  • Planificar el texto con antelación: Si sabes qué temas vas a cubrir, es menos probable que te desvíes sin una razón clara.
  • Usar listas de revisión: Antes de finalizar el texto, revisa que cada sección aporte algo al tema principal.
  • Solicitar feedback: A veces, un lector externo puede identificar digresiones que tú no te das cuenta.
  • Editar con rigor: Durante la revisión, corta cualquier información que no sea esencial para el mensaje del texto.